Exigen al Gobierno que pase a la acción
Connacionales alzan la voz en pro de sus derechos, durante encuentro intersectorial en el país
Por: Claudia Vásquez
http://www.prensalibre.com/pl/2005/febrero/18/108009.html
Las voces de los migrantes guatemaltecos se alzaron ayer en defensa de sus derechos. Representantes de más de un millón de connacionales coincidieron en que el Gobierno ha hecho muy poco para mejorar su estatus, y le urgieron pasar del diálogo a la acción.
Falta de legislación en pro de sus derechos —tanto en Guatemala como en EE.UU.—, discriminación, racismo, salarios por debajo del mínimo, baja calidad de vida y pocas oportunidades, fueron algunas de sus quejas.
El encuentro, que durará dos días, se celebró en la sede del Ministerio de Relaciones Exteriores.
Ayer se abordaron temas como reformas a la Ley de Inmigración, voto en el exterior y derechos de los trabajadores.
En Guatemala hay 23 distritos electorales, y los migrantes piden ser el 24.
La jornada
“Me fui de mojado a Estados Unidos en 1977. En aquel entonces el salario mínimo era de US$2.25 por hora, y a mí me pagaban US$2. Trabajaba limpiando en un edificio”.
Con este testimonio, Benjamín Monterroso, de la Unión Internacional de Empleados de Servicio (SEIU), abrió ayer el diálogo entre líderes de 28 organizaciones de guatemaltecos residentes en EE.UU.
Cada grupo presentó sus propuestas, las cuales fueron discutidas con el propósito de presentar hoy al Gobierno un criterio consensuado.
En lo que todos coinciden es en que el avance para atender sus demandas ha sido lento.
Maricela García, de la Coalición de Inmigrantes Guatemaltecos (Conguate), urgió al Gobierno a que, además de generar condiciones de vida adecuadas para los connacionales, trabaje en combatir la pobreza y las desigualdades.
Raúl Molina Mejía, de la Red de Paz y el Desarrollo de Guatemala, aseguró que el voto es un derecho que no se les puede negar, tomando en cuenta su contribución económica, social y política.
Miguel Chiquín, de la Organización de Pueblos Mayas en el Exilio, lamentó que continúen la discriminación y racismo para la población maya.
Otoniel Fernández, de la Comisión de Migración del Congreso, ofreció tomar nota de las demandas y criticó la escasa presencia de representantes del Gobierno.
Migrantes trajeron al país propuestas concretas
Guatemaltecos residentes en Estados Unidos solicitaron al Gobierno que trabaje para que la administración Bush respete sus derechos.
Raúl Molina
Derecho al voto
Reformar Ley Electoral.
Otorgar residencias.
Programa de trabajadores temporales.
Maricela García
Calidad de vida
Políticas de inserción.
Alianza entre gobiernos de Centroamérica.
Permisos temporales.
Miguel Chiquín
Apoyo a mayas
Políticas en favor de sus derechos.
Cabildeo con Estados Unidos para evitar la discriminación.
Benjamín Monterroso
Política laboral
Respeto a leyes laborales.
Agenda conjunta con autoridades.
Participación política.
FODA
Así se ven los guatemaltecos radicados en EE.UU.
El movimiento de migrantes considera que su situación actual es la siguiente:
Fortalezas
Organización de migrantes.
Ser 1.2 millones.
Remesas familiares.
Desarrollo en comunidades.
Creación de fondo de repatriación.
Oportunidades
Ejercer derecho al voto.
Lucha por residencias.
Apoyo al sector agrícola.
Cabildo para reformar leyes.
Unidad centroamericana.
Debilidades
Discriminación y racismo.
Aumento de desempleo.
Falta de voluntad política en Guatemala.
Violación a sus derechos humanos y laborales.
Amenazas
Políticas contra sus derechos, desde el 11 de septiembre del 2001.
Permisos temporales.
Obstáculos para legalizar situación.
Restricciones para residencia.
Gobierno: Ofrece cabildeo
La respuesta de la Cancillería para las demandas de los guatemaltecos migrantes ante las autoridades de EE.UU. y del Congreso nacional se resume en una palabra: “cabildeo”.
Ofreció su apoyo total y voluntad política para hacer gestiones en favor del voto de los guatemaltecos en el exterior. También prometió atención más directa y eficaz para los migrantes.
Sobre el cabildeo en EE.UU., los migrantes dieron un fuerte “jalón de orejas” al Ejecutivo.
Le dijeron que deje de buscar un permiso TPS, que necesita de aprobación del Congreso, y se negocie un DED, que es otra regularización que da la Casa Blanca. Aunque menos ventajosa, es más fácil de obtener.
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