Sunday, March 11, 2007

CARTA ABIERTA A LOS PRESIDENTES ÓSCAR BERGER Y GEORGE W. BUSH


9 de marzo de 2007

Sr. Óscar Berger, Presidente de Guatemala

Sr. George W. Bush, Presidente de los Estados Unidos de América

Ciudad de Guatemala

Distinguidos Srs. Berger y Bush:

El 25 dejulio de 2006, la Red por la Paz y el Desarrollo de Guatemala (RPDG) les envió a ambos una carta firmada por miles de guatemaltecos y guatemaltecas que viven y trabajan en los Estados Unidos, al igual que amigos y amigas de muchas partes del mundo. El propósito principal de dicha carta era insistir en la necesidad de contar con el Estátus de Protección Temporal (TPS) para los guatemaltecos y guatemaltecas en los Estados Unidos, con base a desastre ocasionado por el Huracán Stan en octubre de 2005 y sus terribles consecuencias. Decíamos, entonces, lo siguiente:

“Con base en la ley de inmigración de los Estados Unidos y las tradiciones humanitarias de este país, el Presidente Berger solicitó de manera personal al Presidente Bush y mediante los canales oficiales el Estátus de Protección Temporal (TPS) para los guatemaltecos, a principios de octubre de 2005. Esa iniciativa fue seguida de miles de cartas y tarjetas, así como de cientos de llamadas telefónicas, que fueron dirigidas a la Casa Blanca de parte de los guatemaltecos y guatemaltecas, así como amistades de Guatemala, que residen en los Estados Unidos. Se organizó, igualmente, una visita de dos organizaciones guatemaltecas en los Estados Unidos al Homeland Security Deparment, en noviembre de 2005...y se celebraron vigilias en los Estados Unidos y en Guatemala en diciembre de ese año. Se enviaron cartas adicionales a Uds., Srs. Berger y Bush, durante este año [2006]”.

“Contrario a nuestras expectativas, hasta la fecha no ha habido respuesta oficial del Sr. Bush o de alguna otra autoridad de los Estados Unidos [julio de 2006]. De hecho, en medio del debate sobre la inmigración, en el mes de enero se le aconsejó al Presidente Berger que detuviera sus demandas públicas, en el entendido de que el Departamento de Estado lo guiaría sobre la mejor forma de obtener la protección para los indocumentados guatemaltecos. No solamente el Departamento de Estado ha dejado de cumplir ese compromiso, sino que también ha aumentado significativamente el número de deportados guatemaltecos durante este año. Teniendo en cuenta que en febrero de este año [2006] el TPS fue prorrogado para los ciudadanos indocumentados de El Salvador y Honduras, Guatemala se enfrenta a un caso evidente de discriminación tanto étnica como social del Gobierno de los Estados Unidos”.

“Para quienes firmamos esta carta, esta situación escapa a nuestro entendimiento. Pese a la normal buena voluntad de la población de los Estados Unidos, nos damos cuenta de que existe xenofobia y corrientes racistas en este país, así como existen personas ingenuas que creen que los muros y la represión va a hacer que la gente cambie de parecer con respecto a la manera de escapar del hambre y la desesperación en sus países. Estas personas no pueden entender lo que es la privación y la desesperanza; no tienen la más mínima idea de lo que se siente al ir a la cama con el estómago vacío o ver los ojos de niños enfermos que piden alivio y cuidado. Seguimos esperando, Sr. Presidente Bush, que sus convicciones de cristiano renacido y de ´Republicanismo con compasión´ le inspiren a brindar el TPS, que la ley de inmigración de los Estados Unidos le autoriza a otorgar”.

Fue apenas en diciembre de 2006 que supimos que en agosto de ese año el Gobierno de Guatemala había recibido una carta oficial del Gobierno de los Estados Unidos por medio de la cual se negaba el TPS para los guatemaltecos y guatemaltecas en los Estados Unidos. Como de costumbre, la carta llegó acompañada de garantías de que nuestros compatriotas no serían deportados en grandes cantidades. También se sugería que pronto una nueva ley de inmigración regularizaría el estátus migratorio de una gran cantidad de extranjeros indocumentados. Nuevamente, no se han cumplido esos ofrecimientos.El año pasado, fueron deportados 90,000 guatemaltecos y, hoy, cientos de ellos son detenidos constantemente en las redadas especiales que el Gobierno de los Estados Unidos ha ordenado. Además, las reformas de inmigración que se analizaron en 2006, las cuales afortunadamente no fueron aprobadas por el Congreso, iban a hacer muy poco para ayudar a los guatemaltecos. Es hora ya, Sr. Bush, de que cumpla su palabra empeñada ante el Presidente Berger e instruya al Departamento de Homeland Security que detenga las deportaciones de guatemaltecos y guatemaltecas. Los nacionales de nuestro país necesitan hoy de un respiro en los Estados Unidos, el cual no fue permitido en el pasado ni por el conflicto armado interno ni por los desastres ocasionados por los huracanes Mitch y Stan.

Apreciaríamos en gran medida, Sr. Bush y Sr. Berger, si Uds.en el curso de sus inmediatas conversaciones toman en cuenta dos realidades trágicas en la Guatemala de hoy: a) la economía de Guatemala habría colapsado hace tiempo si el país no hubiese contado con los miles de millones de dólares que llegan como remesas, sobre la base del arduo trabajo y tremendos sacrificios personales de nuestros nacionales en los Estados Unidos (3,000 millones de dólares en 2006); y b) la seguridad interna de Guatemala es hoy más frágil de lo que era hace poco más de 10 años, cuando aún existía todavía el conflicto armado interno. Ambos factores, que hacen que la democracia guatemalteca sea extremadamente vulnerable, señalan la necesidad de actualizar la interpretación de las condiciones para otorgar el TPS: es nuestra convicción de que si un país se encuentra inmerso en un conflicto interno, como Guatemala se encuentra hoy (pese a no ser conflicto armado), y que el retorno de sus ciudadanos pudiera solamente intensificar dicho conflicto y las condiciones críticas en que se encuentra el país, esos nacionales deberían tener la posibilidad de ser protegidos por el Gobierno de los Estados Unidos. Éste es un asunto urgente y no puede esperar a las reformas que puedan darse en la Ley de Inmigración de los Estados Unidos.

En nuestra carta de julio de 2006 también hacíamos hincapié en una evaluación muy importante:

“Les agregamos para su consideración, Srs. Berger y Bush, unas palabras adicionales. Es evidente que el Presidente Bush y muchos millones de personas en los Estados Unidos no favorecen la inmigración del Sur, porque los inmigrantes que vienen de esa región son pobres y tienen limitaciones. Sin embargo, los Estados Unidos se formaron con olas de inmigrantes pobres, sin educación, aun analfabetas y sin destrezas. Hoy, los descendientes de ese flujo migratorio son miembros del Congreso y aun Presidente y Vicepresidente.Por otro lado, aunque queremos proteger con decisión a los guatemaltecos y guatemaltecas que ya se encuentran en los Estados Unidos, nosotros, preocupados profundamente por el futuro de nuestro país, no deseamos que nuestros mejores recursos abandonen Guatemala, poniendo así en riesgo nuestro posible desarrollo. Preferiríamos que nuestros ciudadanos que se encuentran en nuestro país permanecieran en Guatemala. De esta manera, compartimos un objetivo común: mantener a los guatemaltecos y guatemaltecas en Guatemala”.

“La única forma de alcanzar ese objetivo común es por medio de la creación de una región de desarrollo sostenible en Centroamérica. Una especie de Plan Marshall ahí podría lograr lo que no pueden los muros de la naturaleza que sean -- de ladrillo y concreto, electrónicas, falanges de oficiales de migración, tropas de la Guardia Nacional y los ilegales “vigilantes”. La inversión hoy de fondos en seis países podria ahorrar mucho más dinero a los contribuyentes, en vanos esfuerzos por detener la marea de inmigrantes.¿Están los Estados Unidos realmente dispuestos a promover el desarrollo de sus contrapartes de América Latina? Ëste es el momento de darse cuenta de que el CAFTA y otras iniciativas solamente funcionarán si se erradican la pobreza y el desempleo”.

Distinguidos Presidentes Bush y Berger, pese a las manifestaciones que acompañarán la visita del Sr. Bush a Guatemala, así como a la trágica historia que empezó en 1954, creemos que los Estados Unidos y Guatemala se necesitan el uno al otro en la presente coyuntura. Por un lado, para Guatemala es crucial obtener la protección de los guatemaltecos que viven en los Estados Unidos, así como programas especiales para los guatemaltecos que busquen la condición de trabajadores temporales en ese país. Por otro, el valioso trabajo de los guatemaltecos y guatemaltecas en los Estados Unidos sigue siendo indispensable para la economía de ese inmenso país; los Estados Unidos necesitan la mano de obra latinoamericana. Lo que todos necesitamos hoy es diseñar los mejores mecanismos posibles para mejorar las condiciones en los Estados Unidos y en nuestros países para la utilización de los extraordinarios recursos humanos que el Sur puede brindar. El flujo presente de migración debe ser visto como un fenómeno temporal; con el tiempo, América Latina deberá exportar bienes y servicios y no su gente.

Tenemos la esperanza de que Uds. puedan hablar de estas cuestiones, así como que puedan sentar las bases para la solución justa y equitativa de los problemas comunes a nuestros dos países. No obstante, no estamos a la espera de “declaraciones hermosas”; deseamos y exigimos soluciones tangibles y humanas.
Sinceramente, en nombre de la Red por la Paz y el Desarrollo de Guatemala (RPDG)


Comité Ejecutivo:

Erasmo Morales Erick Valdez Jorge Bethancourt Lucia Muñoz America Calderon
Presidente Vice Presidente Tesorero Secretaria de la Mujer Secretaria de Migracion

Daniel Velasquez Carmen Camey Mariano Velasquez Francisco Garcia
Secretaria de Juventud Secretaria de Derechos Humanos Secretaria de Asuntos Indigenas Secretaria de Educacion

Byron Izaguirre Raul Molina Anibal Castellon
Relaciones Publicas y Actas Secretaria de Relacionamiento con Guatemala Secretaria de Desarrollo y Proyectos


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